09 octubre 2023
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Estrategias para afrontar el nuevo escenario financiero

En el contexto actual, es esencial mejorar la gestión financiera de la empresa para hacer frente al aumento del coste financiero.

Mario Cantalapiedra - Economista

En junio de 2014, el Banco Central Europeo (BCE) adoptó la medida de establecer tipos de interés negativos, lo cual significaba que los bancos debían pagar por depositar sus fondos en él. Esta situación extraordinaria, respuesta a la grave crisis financiera, se mantuvo ocho años consecutivos hasta septiembre de 2022. Durante este tiempo, en las empresas nos acostumbramos a vivir con tipos de interés bajos, lo que nos llevó a que los costes financieros se volvieran menos relevantes.
 

El coste financiero seguirá aumentando
 

Sin embargo, ahora la situación ha cambiado y la carga financiera de las empresas está aumentando. Según el Banco de España (BdE), en su Informe de Estabilidad Financiera de primavera, el aumento todavía es moderado debido a la transmisión incompleta de la subida de tipos de interés oficiales al coste de los préstamos bancarios y a un mayor peso en el pasivo de la deuda a largo plazo y tipo fijo relacionada especialmente con los préstamos ICO concedidos en los últimos tiempos. No obstante, el BdE opina que “de cara al futuro, cabe esperar que el coste de financiación de las empresas aumente, conforme avance el grado de transmisión de la política monetaria, sobre todo si esta se endurece aún más”.

 

Acciones que pueden reducir el coste financiero
 

En este contexto, las acciones que pueden lograr una reducción del coste financiero desde el área de finanzas vuelven a cobrar importancia. Algunas de ellas son:

  • Implementar (si no se tiene ya) un sistema de gestión financiera eficiente que permita tener un control de las variables económicas y financieras detallado, así como realizar proyecciones.
  • Optimizar los flujos de cobro y pago en la empresa, revisando su coste (tipos de interés, comisiones, fechas de valor), así como el ritmo con el que se producen.
  • Incidir en la gestión del riesgo de crédito comercial, seleccionando clientes que aporten liquidez más temprana, es decir, que paguen antes.
  • Mejorar la financiación a través de los proveedores, prolongando el plazo medio de pago mediante acuerdos que les beneficien también a ellos, como el establecimiento de contratos a largo plazo, la oferta de garantías de pago o el compromiso de un mayor volumen de compra. 
  • Optar por fuentes de financiación complementarias y alternativas a las bancarias que permitan acceder a diferentes opciones en cuanto a costes y condiciones.
  • Recurrir a productos que permiten utilizar activos necesarios para la empresa sin endeudarse como el renting.

Medidas como estas pueden permitir que nuestra empresa encare mejor el fin de la era de los tipos de interés bajos.
 

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