02 marzo 2022
mario-cantalapiedra-economista

Cuándo conviene repartir dividendos en la empresa

El reparto de dividendos es una forma de remunerar a los socios que, además de respetar una serie de requisitos legales, ha de ser oportuno.

Mario Cantalapiedra - Economista

El reparto de dividendos es la forma que tienen las sociedades mercantiles de distribuir una parte de sus beneficios entre los socios o accionistas, es decir, es un modo de remunerarlos. 

La propuesta de reparto la realizan los administradores de la sociedad, siendo su junta general la que con posterioridad habrá de aprobarla. En el caso de las sociedades anónimas, el reparto de dividendos se realiza en proporción al capital que hayan desembolsado sus accionistas. Por su parte, en las sociedades de responsabilidad limitada, salvo que los estatutos digan lo contrario, la distribución a los socios se realizará en proporción a su participación en el capital social.

Para que la distribución de dividendos pueda llevarse a cabo han de cumplirse los siguientes requisitos definidos por el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital (TRLSC):

  • La reserva legal a la que están obligadas las sociedades mercantiles esté dotada por importe mínimo del 20 % del capital social, o, en su defecto, se haya destinado el 10 % de los beneficios del ejercicio a cubrirla.
  • En el caso de que existan reservas estatutarias, habrá de atenerse a lo que sobre ellas se regule en los estatutos de la sociedad.
  • El patrimonio neto de la sociedad no puede ser inferior al capital social tras el reparto. 
  • Existan reservas disponibles equivalentes al importe de los gastos de investigación y desarrollo que figuren en el activo del balance.

El momento y la forma de pago de los dividendos los determina la junta general, y si esta no lo hace, habrán de pagarse en el domicilio social de la empresa a partir del día siguiente al del acuerdo, existiendo un plazo máximo de 12 meses para abonarlos. Es importante señalar que si el reparto de dividendos se hace sin respetar lo dispuesto en el TRLSC, los socios o accionistas deberán restituirlos a la empresa, añadiendo el interés legal correspondiente.

En cualquier caso, más allá de los requerimientos legales, la recomendación que siempre hago a las empresas es que condicionen el reparto de dividendos a la existencia de una estructura financiera sólida, especialmente en los primeros años de actividad en los que, si están generando beneficios, tienen la oportunidad de fortalecer su patrimonio neto mediante la dotación de reservas de tipo voluntario que mejoren su solvencia y permitan autofinanciar el crecimiento.

Más opciones:

Publicaciones relacionadas