24 abril 2017
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¿Una CIRBE para el "crowdlending"?

  

Mario Cantalapiedra - Economista

 

La Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) es una base de datos que permite a las entidades financieras declarantes (entre otras, bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito) consultar información útil para analizar el riesgo de las posibles operaciones de crédito o préstamo que se plantean. En ella aparecen reflejados los riesgos que dichas entidades tienen con sus clientes, de tal modo que cuando un banco recibe la petición de un nuevo préstamo, por ejemplo, de una empresa, puede consultar la deuda que mantiene con el resto de entidades financieras y hacerse una idea mejor de su capacidad de pago. De igual modo, recuerdo que cualquier persona física o jurídica puede consultar de forma gratuita los datos declarados a su nombre en la CIRBE por las entidades financieras.

 

En este sentido, una de las ventajas que tienen las empresas promotoras que solicitan financiación a través de plataformas de financiación participativa basadas en préstamos (crowdlending), es que los fondos obtenidos, en su caso, no consumen CIRBE para ellas. Es decir, las plataformas de crowdlending al no ser entidades financieras, no tienen obligación de declarar los préstamos que intermedian a la CIRBE, por lo que si la empresa promotora también necesitara acudir a financiación bancaria no pierde posibilidades de conseguirla por un aumento de deuda en la CIRBE.

 

Lo que en principio es una ventaja para el desarrollo del crowdlending, y así lo vende el propio sector en sus páginas web y en los actos de comunicación en los que viene participando, supone también un inconveniente a la hora de evaluar el riesgo de los proyectos empresariales que les llegan, puesto que cada plataforma desconoce de forma “oficial” las peticiones de fondos que hacen las empresas promotoras que contactan con ellas a otras plataformas competidoras, teniendo que dedicarse a obtener estar información por su cuenta, lo que evidentemente les supone un consumo de recursos. A estos efectos, algunos actores del crowdlending parecen estar impulsando la idea de crear una especie de CIRBE para el propio sector que les permita un suministro recíproco de información, lo que pueda llevarles a mejorar su análisis de riesgo. La idea no me parece mala, de todos modos habría que ver cómo podría articularse en la práctica, así como conocer la opinión al respecto de los supervisores (Comisión Nacional del Mercado de Valores y Banco de España).

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