27 abril 2011
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Los efectos de la Ley 15/2010 en el acortamiento de los plazos de pago

Pere J. Brachfield, profesor de Credit Management de EAE Business School y socio director de Morosología.

Después de 9 meses de la entrada en vigor de la Ley 15/2010 de 5 de julio vamos a ver los resultados en el acortamiento de los plazos de pago.

Un primer  informe realizado por la Plataforma Multisectorial de Lucha Contra la Morosidad  (PMCM)  a principios del 2010 reveló que el plazo medio de pago interempresarial en España es de 103 frente a los 57 de media europea y que el sector público paga a 154 días frente a los 67 del plazo medio en Europa (datos correspondientes a 2009). 

En marzo de 2011 la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMCM), presentó otro estudio, basado en 800 encuestas recogidas de empresas adheridas, en un 96% pymes, del que se desprendió que el plazo medio de cobro que se pactó en 2010 en el sector privado fue de 75 días, aunque el plazo de cobro efectivo fue de 93 días. No obstante, ambos datos son ligeramente inferiores a los registrados en 2009, con 77 y 101 días, respectivamente.

Consecuentemente el informe reveló que en 2010 el sector privado consiguió reducir el plazo de sus pagos intentando ajustarse a los marcados por la Ley 15/2010 contra la Morosidad puesto que el plazo medio de pago se redujo de 103 a 93 días.

De acuerdo con los resultados analizados por la PMCM, el 64% de las empresas encuestadas tiene en la actualidad contratos o acuerdos comerciales con clientes que le exigen plazos de pago superiores a los 85 días legales. Respecto al ratio de impagados, el 27% de las empresas encuestadas ha observado un aumento; mientras que en un 39%, se ha mantenido sin variación, y en un 34% se ha visto reducido.

En lo que se refiere a las AAPP el informe de  la PMCM patentizó que se ha elevado el plazo medio de cobro efectivo de 154 días en 2009 a 157 el año pasado.

Asimismo el estudio de la PMCM determinó que en España, el ratio de morosidad (entendido como el % de impagos respecto al total facturación) en 2010, se cifró en el 5,1%, porcentaje superior al 5% de 2009.

La morosidad repercute en el tejido productivo, pues genera problemas de solvencia lo cual pone en riesgo la viabilidad de la empresa española y que esta sea menos competitiva. A lo que se suman los problemas de acceso al crédito, ya que la financiación bancaria a día de hoy es difícil. Y es que no hay que olvidar que España es uno de los  países de la Unión Europea que más tarda en pagar. La PIMEC (patronal de la pequeña y mediana empresa de Cataluña)  elaboró en  2010 un estudio en el que reveló que si los períodos de pago pasaran de 98 días de media a 60 poniendo como ejemplo los plazos con los que trabajan las pymes en Cataluña se inyectarían al sistema empresarial catalán unos 1.100 millones de euros gracias a esta reducción. Según el estudio de PIMEC, si lo extrapolamos a nivel nacional, esta reducción solo en el ámbito privado supondría inyectar 10.000 millones de euros de liquidez a las empresas españolas.

Hay que tener en cuenta que la morosidad constituye un incumplimiento contractual que ocasiona onerosas cargas administrativas y financieras a las empresas, especialmente a las pymes, las cuales deben soportar plazos de pago excesivos que les obligan a mantener de forma permanente importantes saldos de clientes en sus balances. Esta “sobre-inversión” en activos circulantes que deben hacer las pymes provocada por el aumento de las partidas de cuentas por cobrar, implica unos incrementos de las necesidades operativas de fondos que son generalmente sufragados con financiación bancaria a corto plazo. Consecuentemente los costes financieros que tienen las pymes aumentan debido a los plazos de pago excesivamente prolongados.

Según datos de la PMCM, la Morosidad ha propiciado el cierre de más de 400.000 empresas en España desde el inicio de la crisis en 2008, y que ésta es causa de que muchas empresas pierdan competitividad o incluso, se vean obligadas a despedir a sus empleados, ante la demora en el cobro de sus facturas.

Hay que destacar que una de cada tres quiebras en España se debe al retraso en los pagos de las facturas. Los motivos más frecuentes que conducen a las empresas a presentar la solicitud de concurso de acreedores por falta de liquidez para cumplir con sus obligaciones de pago son:

 

  • Verse afectadas por una alta morosidad de sus clientes (ver cómo evitar los impagos).
  • Experimentar  insolvencias definitivas de algunos de sus deudores.
  • Ser a su vez acreedores en un procedimiento concursal de un cliente importante insolvente, lo que les ha dejado sin liquidez para afrontar sus pagos a corto.
  • Sufrir  importantes retrasos en los pagos por parte de las administraciones públicas.

La elevada mortandad de las pymes españolas está en gran parte provocada por la morosidad y los plazos de cobro tan largos y que es un auténtico cáncer para las empresas de tamaño reducido; y cuanto más pequeña sea la empresa más problemas le causa la morosidad. Así pues las estadísticas  verifican que cuanto más pequeña es la empresa, mayores dificultades tiene para consolidarse. Los datos revelan que las más pequeñas son más proclives a desaparecer, puesto que el 82% de las empresas que se dieron de baja en los últimos 3 años tenían menos de diez empleados y el 98% no llegaban a los 50.  Hay que hacer notar que las pymes (empresas con menos de 250 trabajadores) representan casi el 99,86 por ciento del tejido empresarial español. 

Hay que tener en cuenta que las pymes tienen el inconveniente de que debido a su pequeña dimensión, les resulta más difícil negociar los créditos con las entidades bancarias, y los costes que han de abonar son superiores que los que soportan las empresas de mayor dimensión, y además las pymes no pueden compensar los costes financieros incrementando los precios de sus productos debido al contexto globalizador actual. Asimismo las pymes tienen con frecuencia  dificultades para acceder a financiación ajena a largo plazo, por lo que tienen que recurrir a financiación a corto plazo.

Para más información sobre el tema se pueden consultar los libros “Gestión del Crédito y Cobro”,  “Cobro de Impagados y negociación con deudores” y “La nueva legislación contra la morosidad descodificada” de Profit Editorial www.profiteditorial.com  o la web www.morosologia.com

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