12 diciembre 2011
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Costes variables, fijos y mixtos

 

 

Mario Cantalapiedra - Economista

Para realizar algunos análisis interesantes sobre la situación y evolución de una empresa como, por ejemplo, el del punto de equilibrio o el de cálculo del riesgo operativo, es preciso clasificar los costes empresariales atendiendo a su variabilidad, diferenciándolos entre costes variables y costes fijos.

De este modo y según sea la actividad de la empresa de que se trate, se deberá tratar de distinguir sus costes entre variables, que evolucionan en proporción al nivel de producción y fijos, los cuales son independientes de la producción, aunque ello normalmente dentro de un intervalo de corto plazo, puesto que en el largo plazo todos los costes tienden a variar con el nivel de actividad que se alcance. No obstante, también puedes encontrarte con determinados conceptos de coste que observen un comportamiento mixto, como ocurre en los casos siguientes:

  • Consumo de energía eléctrica o agua en la empresa:
    • Coste fijo: la cuota que se paga con independencia del consumo.
    • Coste variable: la parte que se paga en proporción de la cantidad de luz o agua consumida en el período correspondiente.
  • Amortización de activos no corrientes de fabricación:
    • Coste fijo: la correspondiente a aquellos bienes que se amortizan mediante una cuota constante sin tener en cuenta la producción que son capaces de generar en un período, que, por otro lado, es la forma más habitual de amortizar.
    • Coste variable: la amortización correspondiente a los elementos que se amortizan en función de las unidades producidas en el período.
  • Salario del personal comercial de la empresa:
    • Coste fijo: la parte correspondiente al salario fijo que perciben los trabajadores de la empresa mensualmente.
    • Coste variable: la suma de comisiones con que se remuneran las ventas logradas (o cobradas, según el criterio al que ya me he referido en otras ocasiones en este blog) por el equipo comercial.

Por lo tanto, el problema surgirá cuando sea difícil distinguir el carácter fijo o variable de un determinado coste. En la práctica solamente a través de una contabilidad analítica llevada por el sistema de costes variables o direct costing permitirá una separación estricta de los dos ámbitos. Sin embargo, con independencia del desarrollo de la contabilidad analítica o interna alcanzado, mi recomendación es fijar unas pautas sobre lo que se considera coste fijo y coste variable en la empresa y mantener éstas en el tiempo para los sucesivos estudios o análisis que se realicen.

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