18 diciembre 2023
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Cómo medir la capacidad de una empresa para cubrir sus deudas

El ratio de solvencia es una medida financiera que evalúa la capacidad de una empresa para cubrir sus deudas con la totalidad de su activo.

Mario Cantalapiedra - Economista


Un ratio es una herramienta de análisis que expresa la relación entre dos variables de los estados contables de una empresa (balance y cuenta de pérdidas y ganancias), de tal modo que su resultado es más significativo que el de cada variable por separado. Si de medir la capacidad de pago hablamos, el ratio que cobra más relevancia es el de solvencia.

Este ratio proporciona información sobre la estructura patrimonial de una compañía, evaluando la capacidad que tiene en un momento dado para cubrir todas sus deudas (a corto y largo plazo) mediante la liquidación de todos sus activos.

 

Ratio de solvencia = Activo total / (Pasivo corriente + Pasivo no corriente).

 

En términos simples, el ratio de solvencia representa la división entre “todo lo que tiene” la empresa (activo) y “todo lo que debe” (suma de pasivo corriente y no corriente).

Si el ratio muestra un valor de 1,5, esto indica que la empresa tiene 150 euros en activos por cada 100 euros que debe a corto plazo (pasivo corriente) y a largo plazo (pasivo no corriente). 

Es crucial que su resultado sea superior a 1. Si es menor o igual a 1, la empresa está en quiebra (su patrimonio neto sería negativo o cero) y no puede cumplir con sus deudas. Por esta razón, también se le conoce como ratio de “distancia a la quiebra”. Cuanto mayor sea su resultado positivo, mayor será la seguridad de cobro que tendrán los acreedores de la empresa. 

Algunas referencias sugieren que un valor adecuado para este ratio se encuentra entre 1,5 y 2. Por encima de este rango, puede indicar que, aunque la empresa no tenga problemas de pago, puede no estar utilizando su activo de manera eficiente y tener activos improductivos que no generen beneficios. 

No obstante, al analizar el valor de un ratio, siempre debemos considerar factores tales como el tamaño de la empresa, la fase de desarrollo en la que se encuentra (reciente creación, maduración, etcétera) y el sector en el que compite. 
 

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