03 noviembre 2010
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Análisis de riesgo sobre el capital social

 

 

Mario Cantalapiedra - Economista

 

El capital social es uno de los aspectos fundamentales que se analizan a la hora de valorar el riesgo de una compañía. Lo cierto es que hay muchos elementos cuantitativos, y también de tipo cualitativo, relacionados con la cifra de capital social, que pueden y deben ser analizados, los cuales afectarán en última instancia al riesgo de una empresa.

 

 

Por ejemplo, pueden estudiarse factores tales como la composición del accionariado, el grado de concentración del capital, los porcentajes de suscripción y desembolso, los límites a la transmisión de acciones o participaciones sociales, o las propias relaciones entre los socios de la empresa. Sobre este último punto me gustaría detenerme, puesto que no son pocas las ocasiones en las cuales problemas surgidos entre socios pueden comprometer la marcha de una compañía, sobre todo en sociedades donde el capital se halla muy concentrado en un número reducido de accionistas. Podría pensarse que estas desavenencias sólo surgen en momentos de crisis empresariales como los que estamos viviendo, donde las tensiones y los problemas son el caldo de cultivo propicio para el enfrentamiento, pero yo también he vivido situaciones donde la marcha de una compañía era boyante y, sin embargo, se ha visto afectada negativamente por las disputas entre sus socios, pudiendo decirse que “murió de éxito”.

 

Por otro lado, al analista de riesgos le interesa saber si los accionistas de una empresa siguen la política de capitalizarla apoyando su crecimiento, mediante, por ejemplo, la dotación de reservas o las ampliaciones de capital, lo cual, en principio, será bien interpretado, o, por el contrario, acostumbran a descapitalizarla, repartiendo sistemáticamente la totalidad del beneficio generado, o retirando fondos sin un destino claro.

 

En las empresas de tipo familiar se suelen estudiar los posibles problemas sucesorios, los requisitos que han de reunir los accionistas de la sociedad y las condiciones necesarias para transmitir las acciones o participaciones sociales. Si los directivos participan en el capital social, lo cual, en principio, será bueno para la entidad que analiza el riesgo de la empresa debido a su mayor implicación, serán investigadas las transacciones realizadas entre los directivos-accionistas y la compañía, tales como préstamos concedidos o bienes afectos a la actividad.

 

Por último, en el caso de grupos empresariales se analizan las vinculaciones accionariales entre las distintas empresas comprobando su grado de participación tanto directa como indirecta y los movimientos de financiación entre ellas.

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