Solo el 34% de las empresas españolas tiene comités de riesgos

Mario Cantalapiedra - Economista

Según los datos proporcionados por la oleada de primavera del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, impulsado por Crédito y Caución e Iberinform y en el que han participado los gestores de cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores, solamente el 34% de las empresas españolas reconoce tener comités de riesgos comerciales. Este dato está muy lejos del 58% de las compañías que declaraba tenerlos en 2012, máximo histórico de la serie.

Los comités de riesgo comerciales son estructuras transversales que se establecen en las empresas para fijar la política de riesgos de clientes y controlar su desarrollo. Sus funciones pueden variar entre compañías, pero por regla general permiten evaluar, aprobar y recomendar límites en la exposición al riesgo comercial para controlarlo de forma sistemática. 

Dentro de ellos se lleva a cabo un diálogo entre los departamentos que se relacionan con el ciclo de venta. Este diálogo es siempre necesario, pero resulta aún más oportuno en momentos como el actual donde la morosidad vuelve a preocupar en muchos sectores.

La composición de los comités de riesgos suele variar en función de la dimensión y estructura organizativa de la compañía. Lo habitual es que impliquen la participación de la dirección general, financiera y comercial y, en ocasiones, de la dirección de producción y del gabinete jurídico. En aquellas empresas, habitualmente de gran tamaño, en las que existe la figura del “credit manager” o profesional encargado de gestionar el crédito comercial, su participación se hace indispensable.

Los miembros de los comités pueden utilizarlos para intercambiar información significativa sobre los clientes que ayude a fijar mejor su perfil de riesgo, conciliar las visiones y objetivos sobre ellos, así como compartir la responsabilidad en la decisión de concederles crédito comercial.

Es muy recomendable que los comités de riesgos existan de forma permanente en todo tipo de empresas, también en las pymes, adaptados en este caso a sus capacidades y recursos. No obstante, si ello no es posible, al menos deberían tener cabida en momentos económicos complejos e inciertos como los que atravesamos con el fin de minimizar el riesgo de impago.