Señales que alertan de la falta de liquidez en la empresa

Mario Cantalapiedra - Economista

Asegurar la liquidez es uno de los objetivos esenciales que debe perseguir cualquier tipo de empresa en un escenario como el actual definido por la elevada inflación y las dificultades económicas.

Con esta tarea en mente, resulta fundamental gestionar el denominado período medio de maduración, es decir, el tiempo que por término medio el dinero invertido en la actividad tarda en volver a la tesorería una vez que recorre todo el ciclo productivo. Este se forma sumando a los plazos de los distintos almacenes que puede mantener una compañía (materias primas, productos en curso y productos terminados) el plazo de cobro a clientes y restando el de pago a proveedores. Es muy significativo en las empresas de tipo industrial, pero también ha de ser gestionado en las comerciales.

Si este período medio aumenta, crecen las necesidades de financiación, pudiendo aparecer los temibles problemas de liquidez. Por lo tanto, nuestro propósito, especialmente en situaciones de crisis, debe ser acortarlo lo máximo que sea posible.

Dentro de esta gestión, debemos estar atentos a las señales que pueden alertar de que el período medio de maduración se está alargando y anticipen la falta de liquidez. En función del componente del que hablemos, pueden destacarse las siguientes:

Señales de alerta en el ciclo de proveedores
 

• Bajo período medio de pago.
• Pagos realizados antes de tiempo.
• Alto número de pagos excepcionales.
• Mala previsión y control del proceso de compra.
   

Señales de alerta en el ciclo de almacenes
 

• Altos períodos medios de almacén.
• Aumento del deterioro de valor de las existencias (pérdidas reversibles del valor de las existencias que se ponen de manifiesto con su inventario).
• Falta de organización de las existencias.
• Mala previsión y conocimiento de la demanda.
   

Señales de alerta en el ciclo de clientes
 

• Alto período medio de cobro.
• Aumento del deterioro de valor de los créditos comerciales (perdidas reversibles del valor de los saldos de clientes por su posible insolvencia).
• Aumento del valor y volumen de los abonos sobre facturación.
• Deficiente gestión del riesgo de crédito comercial.

Especialmente preocupante es cuando varias de estas señales se dan a la vez. Ello puede significar que los problemas de liquidez están próximos y que conviene tomar decisiones para encararlos.