La pandemia como catalizador de la digitalización del área financiera

Mario Cantalapiedra - Economista

En más de una ocasión he comentado como considero que el director financiero es el verdadero arquitecto del futuro de la empresa, encargado de generar confianza hacia diferentes públicos con los que se relaciona esta, tanto externos, tales como entidades financieras, proveedores de bienes y servicios, administraciones públicas o compañías de seguro, como internos, resto de directivos y conjunto de trabajadores de la empresa.

Y esta tarea de generar confianza parece hoy más difícil que nunca debido a la gran complejidad del entorno al que se enfrenta la empresa, definida por fuertes cambios como los que ha traído la pandemia, que todavía son difíciles de calibrar, la importancia creciente de los temas sociales o medioambientales, o la necesidad de avanzar en la digitalización para hacer frente a los problemas empresariales y sociales.

En referencia al último de estos temas, a la de la digitalización, según la última encuesta global de McKinsey sobre el papel del CFO, las responsabilidades de los directores financieros han crecido en este área, de tal modo que la proporción de lideres financieros que dicen ser responsables de las actividades digitales de sus empresas se ha triplicado entre 2016 y 2021. Para McKinsey, “los financieros parecen estar involucrados en determinar cómo sus empresas se adaptan a las nuevas tendencias, especialmente en aquellos lugares donde se cruzan lo digital y las finanzas”.

Y en este sentido parecen apuntar también los datos aportados por Crédito y Caución e Iberinform en la oleada de otoño de 2021 del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, según los cuales el 55% de las empresas españolas están digitalizando sus procesos financieros, y un 23% adicional consideran que debería estar entre sus prioridades estratégicas.

Parece que la dichosa pandemia se está convirtiendo en un catalizador del cambio hacia lo digital también en el área financiera. Tal como se comenta en los resultados del mencionado Estudio, “especialmente entre las pymes, el confinamiento supuso para muchas de ellas la imposibilidad de acceder a sus sistemas de contabilidad al no estar en la nube”. Es muy humano aquello de ir al médico solo cuando nos duele algo, y a muchos responsables financieros la pandemia parece haberles hecho reaccionar. Ahora entienden que deben avanzar en la digitalización del área financiera, con el fin de automatizar operaciones, aprovechar mejor sus recursos y centrarse en tareas que puedan aportar un mayor valor a la organización.