26 agosto 2011
pere-brachfield-morosologo

La morosidad no se ha ido de vacaciones este verano

Pere J. Brachfield, profesor de Credit Management de EAE Business School y socio director de Morosología.

Dentro de pocos días la mayoría de las empresas reanudarán su actividad habitual después de unas merecidas vacaciones estivales. Desafortunadamente la morosidad no se ha tomado un descanso (los morosos contumaces si lo han hecho a costa de no pagar a sus acreedores) y el mes de septiembre es tradicionalmente una época de disgustos y subidas de la tensión arterial por las desagradables sorpresas que se encuentra el empresario a su vuelta al despacho en forma de impagos que se acumulan encima de su mesa.

 Hay que hacer notar que el deterioro de las prácticas de pago no sólo se debe a factores coyunturales, sino que también refleja una evolución estructural de las relaciones entre empresas. Por lo tanto el fenómeno de la morosidad no se debe imputar únicamente a la evolución de los ciclos económicos, sino que también existen causas estructurales. Indudablemente la morosidad pueda aumentar debido a causas coyunturales, como puede ser la crisis mundial, la desaceleración de la actividad económica o el enfriamiento de la economía, puesto que en períodos difíciles, en los que se produce un encarecimiento del coste del dinero  y restricciones del crédito bancario, las empresas utilizan la prolongación de los plazos de pago como un sustitutivo de los créditos bancarios. También es cierto que en épocas de crisis los índices de morosidad se suelen disparar y  se producen fenómenos de siniestralidad en cadena, puesto que los problemas en el pago se contagian entre las empresas.

Consecuentemente uno de los grandes problemas endémicos a los que se enfrentan las empresas españolas es la dificultad permanente de lograr cobrar de forma adecuada de sus clientes y conseguir un flujo de cobros que les permita funcionar sin tensiones de liquidez ni sufrir pérdidas por la morosidad o insolvencia de sus deudores.  Con cierta frecuencia ocurre que empresas que han alcanzado un notable éxito en el área de marketing y han conseguido un buen nivel de ventas presentan una situación de iliquidez  o han de cesar en sus actividades empresariales. La explicación a este inesperado fracaso empresarial está en que dichas empresas han descuidado la gestión del crédito otorgado a los clientes y el cobro de sus ventas. Esta circunstancia les ha provocado serios problemas de liquidez, crisis de tesorería, problemas para financiar su realizable y por último una situación de insolvencia transitoria.

Podemos comprobar la elevada mortandad que provocan los impagados en una investigación de la PMCM, la Morosidad que reveló  que la morosidad ha propiciado el cierre de más de 400.000 empresas en España desde el inicio de la crisis en 2008, y que ésta es causa de que muchas empresas pierdan competitividad o incluso, se vean obligadas a despedir a sus empleados, ante la demora en el cobro de sus facturas. Asimismo hay que destacar que una de cada tres quiebras en España se debe al retraso en los pagos de las facturas.

Para más información sobre el tema se pueden consultar los libros “Gestión del Crédito y Cobro”,  “Cobro de Impagados y negociación con deudores” y “La nueva legislación contra la morosidad descodificada” de Profit Editorial www.profiteditorial.com  o la web www.morosologia.com

Más opciones:

Publicaciones relacionadas