El director financiero ante la revolución de la IA generativa

Mario Cantalapiedra - Economista

La inteligencia artificial (IA) generativa ya está transformando procesos clave en las empresas, pero su verdadero potencial apenas comienza a desplegarse, prometiendo una evolución profunda en los modelos de negocio y en la forma en que se toman decisiones.

Este avance tecnológico está captando la atención de los directivos empresariales en todo el mundo. Sin embargo, más allá del entusiasmo generalizado, exige una mirada realista: no se trata solo de lo que la IA puede llegar a hacer, sino de cuánto tiempo tomará hacerlo de manera verdaderamente eficaz y eficiente. En este contexto, el director financiero emerge como una figura clave para liderar esta transición.
 

El financiero como agente de transformación

El perfil tradicional del financiero ha evolucionado significativamente. Ya no se limita únicamente a la gestión financiera, ahora debe comprender la tecnología, anticipar riesgos y, en muchos casos, liderar la innovación, como ocurre con la IA generativa. Aunque el potencial de esta tecnología es indiscutible, su adopción debe ser gradual y está condicionada por desafíos técnicos, culturales e incluso éticos. Por ello, es fundamental que los responsables financieros no solo comprendan sus implicaciones, sino que se posicionen como arquitectos del cambio, gestionando los factores que influyen en su implementación.

Factores clave en la adopción de la IA generativa en finanzas

Entre los múltiples elementos que condicionan la adopción de la IA, hay varios en los que el director financiero tiene un rol decisivo:

• Inversión: la implementación de sistemas de IA generativa puede requerir, según los casos, una inversión inicial considerable en infraestructuras, software y talento, además de costes operativos recurrentes. El financiero debe evaluar el retorno de la inversión y garantizar la viabilidad económica y financiera del proyecto a largo plazo.
• Formación y gestión del cambio: esta tecnología no solo transforma procesos, sino que precisa de una evolución cultural, capacitación continua del personal y gestión eficaz del cambio. El financiero, como impulsor de la estrategia empresarial, puede colaborar con otras áreas para asegurar una integración transversal.
• Integración tecnológica: compatibilizar la IA con los sistemas existentes es un aspecto crítico. La adaptación debe realizarse sin interrumpir las operaciones, lo que exige planificación y colaboración interdepartamental, con el financiero como posible articulador del proceso.
• Privacidad y ciberseguridad: aunque la IA puede reforzar la seguridad digital, también plantea nuevos riesgos. El director financiero debe velar por el cumplimiento normativo y por preservar la confianza de las partes interesadas con las que se relaciona la empresa.
• Gobernanza tecnológica: El financiero debe asumir un rol activo en la articulación de la gobernanza de la IA, entendida como el conjunto de principios, políticas y procesos que regulan su desarrollo y uso dentro de la organización. Esto implica formular preguntas clave sobre cómo se entrena la IA, qué calidad tienen los datos que la alimentan, cómo se supervisa su funcionamiento y qué mecanismos de control se establecen.

La IA generativa representa una herramienta poderosa para optimizar recursos, mejorar la eficiencia y acelerar la innovación. Ignorar su evolución ya no es una opción. El director financiero que no la incorpore en su visión estratégica corre el riesgo de quedar rezagado frente a un entorno cada vez más competitivo y digitalizado.