13 julio 2011
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El destino de los fondos provenientes del proceso de amortización

  

Mario Cantalapiedra - Economista

La amortización ya sabemos que puede considerarse una acumulación de fondos que financia a elementos del activo de la empresa de mayor o menor liquidez hasta que se produce la renovación de los elementos de inmovilizado correspondientes. Sin embargo, el destino de los fondos que se obtienen a partir del proceso de amortización y su importancia a efectos de financiación variará en función del contexto en el que se encuentre la compañía, distinguiéndose los tres estados siguientes: expansión, estabilidad o recesión.

En empresas en situación de expansión, donde se demandan cada vez más bienes de equipo, los fondos procedentes de la amortización financiarán la inversión en esos nuevos elementos de inmovilizado, los cuales lleven a aumentar la dimensión de la organización y su nivel de actividad.

En empresas en estabilidad, donde la compañía lo que persigue es mantener su nivel de actividad con igual dimensión, los recursos procedentes del proceso de amortización deberán cumplir principalmente su función financiera básica de afrontar las renovaciones de los bienes de equipo. A pesar de ello y aunque el nivel de activo inmovilizado permanezca invariado, puede ocurrir que el volumen necesario de activo corriente a lo largo del ejercicio oscile en función de variaciones coyunturales de la demanda de mercado, por ejemplo de carácter cíclico o estacional, pudiendo destinarse los fondos procedentes de la amortización a financiar dichas fluctuaciones hasta que se necesiten para renovar los bienes de equipo.

Por último, en empresas que se encuentren un escenario de recesión, donde lo que se busca es disminuir la dimensión para ajustarse a las nuevas condiciones de mercado, algo que está ocurriendo actualmente con muchas empresas y en muchos de los sectores de nuestra economía, los fondos procedentes de la amortización deberán subdividirse entre aquellos necesarios para la renovación de los bienes de equipo, y aquellos otros que no lo serán por no renovarse los elementos correspondientes. Este exceso podrá ser utilizado para devolver fondos a los propietarios de la empresa, o para cancelar deuda con terceros, equilibrando la relación entre los fondos propios y los fondos ajenos en la misma.

Realmente es dentro de un contexto de expansión donde la amortización desempeña un rol importante a efectos financieros, reduciéndose su incidencia en empresas que se hallen en las otras dos situaciones descritas, es decir, en un contexto de estabilidad o en un entorno de recesión. 

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