06 septiembre 2022
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Correspondencia entre componentes del activo corriente y productos financieros

Diferentes componentes del activo corriente cuentan con productos financieros específicos para ellos.

Mario Cantalapiedra - Economista

El activo corriente recoge los bienes y derechos vinculados al ciclo normal de explotación (que normalmente es inferior a un año), los cuales la empresa espera vender, consumir o realizar en el transcurso del mismo. Los tres principales componentes o masas patrimoniales que forman parte del activo corriente son las existencias, los clientes y la tesorería. Pues bien, es posible establecer una correspondencia entre estos componentes con productos de financiación específicos para ellos.


Activo corriente
 

Si hablamos de la financiación del activo corriente en general, el producto que destaca es el de la cuenta de crédito, que permite financiar los desfases de tesorería y afrontar el pago de gastos explotación como las nóminas o los proveedores. La entidad financiera concede a la empresa el derecho a utilizar un límite de dinero hasta una fecha concreta, a cambio del cobro periódico de intereses y comisiones. Durante el plazo de vigencia la empresa puede utilizar el crédito a su conveniencia, siendo su operativa similar al de una cuenta corriente.

Otra alternativa menos utilizada para financiar activo corriente de forma general es la del préstamo a corto plazo, en el que una entidad financiera concede una cantidad determinada a cambio del pago de unos intereses. En este caso, la empresa ha de determinar con exactitud el importe que solicita, sobre cuyo monto total pagará intereses.


Existencias
 

Para adecuar la evolución de las existencias al ciclo de ventas en aquellas actividades que poseen gran estacionalidad, como por ejemplo las agrícolas, existen los denominados créditos de campaña, cuya fecha de vencimiento se hace coincidir con la del cobro de la facturación por parte de las empresas solicitantes.


Clientes
 

Entre los productos financieros que podemos relacionar con los clientes y teniendo en cuenta la importancia relativa que esta partida suele representar en el activo corriente, destaca el seguro de crédito, el cual tiene por objeto garantizar el cobro de los créditos comerciales que la empresa ostenta frente a sus clientes cuando se produce el incumplimiento de pago por la insolvencia de estos.

En cuanto a la casuística de productos financieros existentes para anticipar el importe de las facturas de clientes es amplia, pudiendo destacarse los tres siguientes:

  • Factoring. Permite que una compañía especializada (factor) adelante el importe de las facturas de venta y se encargue de cobrarlas. Lo ofrecen las entidades de crédito y otras, como los establecimientos financieros de crédito o también las compañías de seguro de crédito.
  • Descuento comercial. Una entidad financiera anticipa el importe de un crédito comercial documentado en un efecto comercial, como por ejemplo un pagaré, o en un adeudo directo.
  • Confirming. Financiación basada en la gestión de pagos de una empresa cliente a sus proveedores, que permite a estos últimos cobrar sus facturas de forma anticipada.
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