Cinco conceptos a valorar al amortizar un inmovilizado
Mario Cantalapiedra - Economista
La depreciación efectiva que sufren los inmovilizados de una empresa no siempre es un tema sencillo de calcular. Además de originarse por causas técnicas como la utilización del bien en el proceso productivo, puede aparecer por el mero transcurso del tiempo, el cual hace que los inmovilizados se deprecien independientemente de que sean utilizados o no, o incluso por la aparición en el mercado de nuevos elementos que incorporen mejoras técnicas y sean más eficientes, fenómeno que se conoce con el término de obsolescencia, que lleva a que en un tiempo relativamente breve surjan nuevos equipos con capacidades superiores a los anteriores como ocurre continuamente en el caso de los ordenadores.
Esta depreciación no se produce por igual en todos los elementos del inmovilizado, obligando a estimarla en cada caso concreto, para lo cual existen una serie de métodos que parten de la valoración de los cinco conceptos siguientes:
En base a la definición de los elementos anteriores y según sean las características propias de la empresas, se podrá optar entre distintos métodos de amortización contable, desde el más sencillo de la amortización lineal o uniforme a otros más complejos que se basan en amortizaciones de tipo regresivo, con cuotas decrecientes, o de tipo progresivo, con cuotas que van creciendo período a período.