03 agosto 2023
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Capex vs Opex: ¿cuál es la mejor opción para tu negocio?

Elegir entre Capex y Opex es una decisión importante para cualquier tipo de empresa. 

Mario Cantalapiedra - Economista

Capex y Opex son dos acrónimos muy utilizados en el mundo empresarial que conviene diferenciar. 

Capex (capital expenditure) o gasto en capital, representa la inversión que se realiza en activos no corrientes, es decir, en bienes y derechos destinados a servir de forma duradera en la empresa. Por ejemplo, en edificios, maquinaria, vehículos u ordenadores. Su objetivo puede ser el mantenimiento de la inversión realizada en ejercicios anteriores o la expansión de la actividad mediante la adquisición de nuevos activos. Contablemente, el Capex se refleja en el balance de la empresa y se amortiza a lo largo del tiempo.

Por su parte, Opex (operational expenditure), hace referencia a los gastos operativos que la empresa incurre en su día a día como, por ejemplo, los gastos de alquiler, el coste laboral de los trabajadores o las cuotas de abogados o gestores cuyos servicios subcontrata. Se contabilizan como gastos del ejercicio en la cuenta de pérdidas y ganancias.
 

¿Qué opción elegir?
 

Elegir entre Capex y Opex es una decisión importante para cualquier tipo de empresa, ya que afecta a su gestión financiera y estructura de balance. A partir de una composición básica de ambos tipos de gasto que toda compañía suele tener, se trata de apostar más por uno u otro en función del tipo de negocio y de la estrategia empresarial

Hay empresas que por sus propias características precisan de un importante gasto de capital como, por ejemplo, las constructoras o las compañías de telecomunicaciones, mientras que en otras, como las que prestan servicios, la propiedad de los bienes no es tan importante y lo que predomina son los gastos operativos. 

Y en lo referente a la estrategia, si la compañía quiere o necesita obtener la propiedad del activo, no tiene dificultades para obtener financiación y trabaja con elementos que no se encuentran expuestos a rápidas transformaciones, que además sean susceptibles de aumentar su valor en el tiempo (por ejemplo, un inmueble), el Capex puede ser la mejor opción. Por el contrario, si la empresa no persigue o no necesita ser propietaria del activo sino únicamente disfrutar de su uso, tiene dificultades para encontrar financiación y el activo se ve afectado por una rápida obsolescencia (por ejemplo, un ordenador o una fotocopiadora), la opción más adecuada puede ser el Opex.
 

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