El tejido productivo de Galicia ha logrado estabilizar el deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 22% de las empresas de la región presenta un riesgo elevado de impago. Esto supone un deterioro de tres puntos frente al 19% que registraba este indicador antes de la pandemia, pero mejora en un punto los niveles del 23% que mostraba en 2021. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo gallego elaborada con la solución de analítica avanzada Insight View. En el primer semestre de 2022, Galicia registra una caída interanual del -2% en la declaración de procesos concursales. La creación de nuevas empresas muestra una caída del -2% y la disolución de empresas cae otro -9%.
A Coruña concentra el 41% de las empresas de la región y el 60% de su facturación, seguida de Pontevedra (37% de las empresas, 30% de la facturación). Las provincias con menor tejido productivo son Lugo (12% de las empresas, 5% de la facturación) y Ourense (10% de las empresas, 5% de la facturación).
El 23% de las empresas de la región se concentra en el sector del comercio, que representa el 53% de la actividad económica. El sector industrial, que supone el 9% de las empresas de la región, tiene un importante peso económico que alcanza el 25% de la cifra de negocio, en gran medida impulsada por la automoción y la alimentación. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (24% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (6% de la facturación). Le siguen en importancia los servicios a empresa (12% de las empresas, 4% de la facturación) y la hostelería (10% de las empresas, 1% de la facturación). El peso del sector primario es limitado (3% de las empresas, 1% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 78% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 7% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 66% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 16% de las empresas, que acaparan el 66% de la facturación, tiene más de 25 años. Otro 42% de las empresas, que representan el 8% de las ventas empresariales, ha sido creado en la última década.
