El tejido productivo de Andalucía ha registrado una ligera mejoría de su riesgo de crédito en el último año. El 27% de las empresas de la región presenta un riesgo elevado de impago, lo que supone un punto menos que en 2021. No obstante el indicador se encuentra muy por encima del 16% que registraba antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo andaluz elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
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En enero de 2022, Andalucía registra una caída interanual del 19% en la declaración de procesos concursales. Tanto la creación como la destrucción de empresas muestran un incremento de actividad del 16% y el 24%, respectivamente.
El 52% de las empresas y el 48% de la facturación se concentran en Sevilla y Málaga, los dos grandes motores económicos de la región. Le siguen en importancia económica, a cierta distancia, un segundo grupo formado por Cádiz, Granada, Córdoba y Almería. Una parte relevante del tejido productivo, el 31% de las empresas, ha sido creado en los últimos cinco años pero solo representa el 4% de las ventas totales. En el otro extremo, el 12% de las empresas, que acapara el 42% de la facturación, tiene más de 25 años.
Según el análisis de Insight View, Andalucía cuenta con un importante sector industrial (7% de las empresas, 24% de la facturación), pero el peso de la actividad recae sobre el comercio (21% de las empresas, 37% de la facturación). Es también muy relevante el sector de construcción e inmobiliario (26% de las empresas, 9% de facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 75% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 9% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 46% de las ventas.
