El tejido productivo de Aragón ha registrado un deterioro de su riesgo de crédito a lo largo de la pandemia. El 16% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de un punto frente a los valores de 2021 y de seis frente al 10% que registraba este indicador antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo aragonés elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
Zaragoza concentra al 72% de las empresas de la región y el 80% de su facturación, seguida de Huesca (19% de las empresas, 15% de la facturación). La provincia con menor tejido productivo es Teruel (9% de las empresas, 5% de la facturación).
El 19% de las empresas de la región se concentra en el sector del comercio, que representa el 29% de la actividad económica. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (27% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (6% de la facturación). Una de las peculiaridades de la economía aragonesa es su fuerte sector industrial: supone el 9% de las empresas de la región y es responsable del 46% de la cifra de negocio.
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 75% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 7% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 55% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 18% de las empresas, que acaparan el 60% de la facturación, tiene más de 25 años. El 37% de las empresas, que representan el 11% de las ventas empresariales, ha sido creado en la última década.
