El tejido productivo de Baleares ha registrado un deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 30% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de siete puntos frente al 23% de hace un año y de 16 puntos frente al 14% que registraba este indicador en 2019. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo del archipiélago elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
La gestión del impacto económico de la pandemia, marcado por una fuerte caída de la actividad, estímulos fiscales y moratorias, está provocando un significativo retraso en la toma de decisiones empresariales. Baleares registra un incremento del 20% de las disoluciones empresariales y caídas significativas de las constituciones de nuevas empresas (-44%) y declaración de concursos (-55%).
Según el análisis de Insight View, Baleares cuenta con un pequeño sector industrial, vinculado especialmente al textil, el cuero y el calzado, pero el peso de la actividad recae sobre el sector Servicios (57% de las empresas), seguido de un relevante sector construcción (36% de las empresas). El 75% de las empresas y el 86% de la facturación se concentran en Mallorca. Le siguen, en orden de importancia económica Ibiza y Menorca. Formentera tiene un tamaño testimonial en la economía de las islas.
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 75% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 12% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 56% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 43% de las empresas, que acaparan el 73% de la facturación, tiene más de 15 años. Un relevante 27% de las empresas, que representan el 7% de las ventas empresariales, ha sido creado en los últimos cinco años.
