El sector del juego afronta una profunda transformación tecnológica que está acelerando el crecimiento de su consumo online. Este cambio de hábitos está provocando, por un lado, la implantación de nuevos sistemas que aseguren las condiciones de seguridad y trazabilidad de los nuevos entornos digitales y, por otro, la evolución del modelo del propio sector, basado hasta hace muy poco en las salas presenciales y los salones de juego. En este contexto, de acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el 22% de las empresas dedicadas al juego en España está en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos, dos puntos por encima de los valores que presentaba hace un año.
El sector de las apuestas y los juegos de azar muestra una fuerte dispersión territorial en España. Tras los dos grandes focos de actividad económica, Madrid (18% de las empresas del sector) y Barcelona (9%), solo Valencia (6%), Alicante (4%), Sevilla (4%), Málaga (4%), Murcia (3%) y Vizcaya (3%) logran porcentajes de concentración superiores o iguales al 3%. En estas provincias, el mayor deterioro del riesgo de crédito se registra en Málaga (30% de las empresas en riesgo máximo o elevado), seguida de Madrid (28%), Sevilla (25%) y Barcelona (24%).
La distribución por tamaños empresariales muestra un 62% de microempresas y un 26% de pequeñas empresas, con un relevante 9% de medianas y un 3% que ha alcanzado el tamaño de gran empresa. La antigüedad es un factor muy significativo a la hora de determinar los riesgos de crédito del sector. El 29% de las empresas de apuestas y juegos de azar supera el cuarto de siglo. Entre ellas, solo el 16% presenta un riesgo elevado o máximo. Este ratio se eleva al 31% entre las empresas creadas en los últimos diez años, que representan el 36% del total.