El tejido productivo de Cantabria ha registrado un deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 18% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente al 14% que registraba este indicador antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo cántabro elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. En el primer semestre de 2021, Cantabria registra un incremento interanual del 53% en la declaración de procesos concursales, fruto del deterioro progresivo de los niveles de solvencia del tejido empresarial registrado durante los meses de pandemia. Se trata de registros relativamente moderados en relación al empeoramiento del riesgo de crédito y las insolvencias en otras Comunidades Autónomas. Tanto la creación como la destrucción de empresas muestra una fuerte actividad.
La mitad de la actividad económica de la región (62% de las empresas, 45% de la facturación) se concentra en el sector servicios, en línea con otros territorios. En el sector industrial, que supone el 8% de las empresas de la región y el 34% de la cifra de negocio, crece el tamaño medio de la empresa. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (27% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (5% de la facturación). El sector energético, con solo un 1% de las empresas, tiene un peso importante que alcanza el 14% de la facturación empresarial. El peso del sector primario está en línea con otras regiones (2% de las empresas, 1% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 7% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa menos del 1% del total, produce el 52% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 15% de las empresas, que acaparan el 49% de la facturación, tiene más de 25 años.