El retrato robot de una empresa extremeña es el de una microempresa del sector servicios con sede en Badajoz creada hace más de 15 años. En concreto, la provincia concentra al 65% de las empresas de la región y el 74% de su facturación. Ese es uno de los datos de la radiografía del tejido productivo de Extremadura elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
El 17% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago. Más de la mitad de la actividad económica de la región (61% de las empresas, 50% de la facturación) se concentra en el sector servicios, en línea con otros territorios. En el sector industrial, que supone el 10% de las empresas de la región y el 32% de la cifra de negocio, crece el tamaño medio de la empresa. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (18% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (6% de la facturación). El peso del sector primario es sensiblemente superior a otras regiones (7% de las empresas, 8% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 79% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 15% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa menos del 1% del total, produce el 27% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 11% de las empresas, que acaparan el 35% de la facturación, tiene más de 25 años. Otro 44% de las empresas, que representan el 15% de las ventas empresariales, ha sido creado después de la crisis.
La facturación media de una empresa extremeña se sitúa en los 1,5 millones de euros, todavía por debajo de los 1,7 millones previos a la crisis, aunque mantiene una línea de crecimiento desde el suelo de 1,2 millones de 2013.
