El retrato robot de una empresa aragonesa es el de una microempresa del sector servicios con sede en Zaragoza creada antes de la crisis y con unos niveles bajos de riesgo. En concreto, Zaragoza concentra al 70% de las empresas de la región y el 79% de su facturación. Ese es uno de los datos de la radiografía del tejido productivo de Aragón elaborada con la herramienta Insight View. Teruel también existe: es sede social del 10% de las empresas aragonesas responsables del 6% de su facturación anual.
La mitad de la actividad económica de la región (51% de las empresas, 47% de la facturación) se concentra en el sector servicios, en línea con otros territorios de España. Una de las peculiaridades de la economía aragonesa es su fuerte sector industrial, donde el tamaño medio de la empresa crece: supone el 19% de las empresas de la región y es responsable del 42% de la cifra de negocio. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (24% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (6% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 73% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 9% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 47% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 21% de las empresas, que acaparan el 51% de la facturación, tiene más de 25 años. El 22% de las empresas, que representan el 11% de las ventas empresariales, ha sido creado después de la crisis.
La facturación media de una empresa de Aragón se sitúa en los 2,49 millones de euros, todavía por debajo de los 2,81 millones previos a la crisis, aunque mantiene una línea de crecimiento desde el suelo de 1,92 millones de 2013.
